Tras la explosión de la utilización del emplazamiento publicitario en series y películas, las marcas han delimitado su aparición a aquellos espacios en los que han consentido que se produzca, ya que en caso contrario las productoras pueden ser denunciadas por uso sin autorización de una marca o logosímbolo sin autorización.
Es de destacar el caso de Apple, que hace unos años empezó a ser omnipresente en cualquier producción audiovisual, coincidiendo con el lanzamiento de nuevos productos como los portátiles o los iPod, que buscaban dar a conocer y difundir ampliamente una marca hasta el momento minoritaria. Es de recordar los múltiples planos en los que aparecía el ordenador de Carrie en la serie Sexo en Nueva York capítulo tras capítulo.
En la actualidad, cuando Apple disfruta de un posicionamiento envidiable en el sector y es ampliamente conocida, emplazar alguno de sus productos siendo visible la famosa manzana sin el permiso de la empresa puede acarrearle a la productora una denuncia por utilización indebida de una marca registrada. Para evitar esta situación, se dan situaciones tan curiosas como las de las series iCarly de Nickelodeon o Modern Family de ABC, donde a pesar de ser evidente la marca de los dispositivos, éstos tunean el logosímbolo para evitar problemas judiciales.
Este respeto hacia la propiedad de la marca permite que las relaciones con la empresa no se rompan. De hecho, en la red es muy comentado un capítulo de la serie antes mencionada, Modern Family, cuya trama giraba en torno al iPad. Su emisión coincidió con la fecha de salida de este dispositivo en el mercado estadounidense.
Autor: Inés Bartual Tienda
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