miércoles, 27 de octubre de 2010

Patrocinio de series y cine

Durante toda nuestra vida hemos sido testigo de la aparición de numerosas marcas en series que veíamos por la televisión o en películas de cine, pero ¿hasta que punto es natural su emplazamiento en la pantalla? Desde Médico de Familia donde desayunaban en una enorme mesa llena de productos lacteos de Puleva, hasta el día de hoy como pasa con El Internado dónde aparecen en numerosas ocasiones marcas como Toshiba (ordenadores) o Cocacola . Esto se ha venido haciendo desde siempre, no es ocasional, si no que cuando una serie o una película esta a punto de lanzarse, se manda el guión a varias agencias para encontrar qué perfil de marcas podrían participar en ese guión.

Si nos ceñimos a la realidad, al propio funcionamiento de la sociedad de consumo, el product placement es un fenómeno imparable. En las películas más famosas hemos sido conscientes de la aparición de dichas marcas, como en Spiderman cuando el duende y el superhéroe trepan por los edificios repletos de carteles publicitarios y anuncios luminosos de Samsung o en la famosísima Ghost, Demmi More guardara los recuerdos de su novio en una caja Reebok. Lo más llamativo es que hasta el título de la película, contenga el nombre de alguna marca en cuestión como es el caso de Coca-Cola kid o Lou Diamond Phlips es Harley.

Una cosa que me ha llamado la atención, es que se llega hacer product placement hasta en las películas de dibujos animados. Como en Toy Story que aparecen MB, Hasbro o Playskool que comparten habitación con los dos protagonistas de la historia. Una de las más destacadas, es la película de Anastasia, en al que aparece un escaparate de la tienda Chanel. Pero como estamos viendo, estos casos pertenecen más al mundo americano, con respecto al patrocinio en España, se da más en las teleseries y sobre todo a partir de los 90. Cada vez son más las series repletas de contenidos publicitarios, que no hacen alusión a que estos lo sean. Según la Ley, las cadenas deben incluir un mensaje que advierta de la intencionalidad publicitaria cada vez que aparezcan productos en pantalla y nunca integrarse en contenidos cuyo público sea el infantil.
Autor: Neus Tatay

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