Patrocinio para unos pocos

Hay importantes acciones de comunicación que no son conocidas por todo el público ya que su target es reducido y especializado. Sin embargo, facilita y acomoda a los participantes, por ello forma una parte indispensable de esta acción de comunicación. En estos casos de target reducido el patrocinador puede llegar hasta el participante con un porcentaje muy alto de eficacia y cumplir sus objetivos, o incluso sobrepasarlos. Nos referimos de forma específicamente al caso de los clubes de coches antiguos y los rallyes que sus organizadores preparan.

Podemos pensar que dichas acciones se componen de un número reducido de participantes, sin embargo, incluso a nivel nacional, conocemos clubes con un número de asociados que supera los cien componentes. En dichas concentraciones sabemos (y saben los patrocinadores), que se mueve una gran cantidad de capital continuamente, algo llamativo a las marcas y que facilita al patrocinado el firmar un contrato. Para los primeros interesa por la notoriedad que causa en el sector el evento a nivel nacional e internacional, la visibilidad y la credibilidad, respeto y admiración que transmite. Para los segundos significa la facilitación para el movimiento, traslado y conducción, así como la protección y seguridad, ya sea técnica o personal. Significa la comodidad y un planning organizado y asegurado, apoyado en el deseo de ocio (viajes, turismo, diversión, relaciones humanas, compartir experiencia, negocios...).

Por lo general, y dependiendo del domicilio del club, existen varias marcas a las que les interesa vincularse a estos eventos. Redes de talleres a nivel local o provincial, aseguradoras como el RACC, restaurantes, empresas de restauración de vehículos, proveedores de repuestos, empresas distribuidoras de combustible, lugares de estancias (hoteles, balnearios, villas...), agencias de viajes, Diputaciones y Ayuntamientos.

Con estas acciones se aseguran el obtener la confianza de su público y de la organización y aumenta la probabilidad de que éstos contraten sus servicios, se fidelicen y quizás tomen el papel de transmisores y prescriptores de estas marcas. Y no sólo para el ámbito del coche antiguo, se puede extrapolar a otros sectores de vehículos.

Autor: José Manuel Escudero