La Scala de Milán no puede pagar a sus trabajadores y en la antigua Pompeya se caen las paredes. Auténticos inconos de la cultura se desmoronan en Italia puesto que las partidas destinadas a la conservación del patrimonio histórico han sido las primeras en caer de los presupuestos en época de crisis.
Por eso, antes de que se produzca algo de lo que nos lamentemos en un futuro, no parece mala fórmula recurrir a la colaboración de empresas privadas para ayudar a mantenerse en pie aquellos edificios que forman un engranaje cultural muy imporntante. Privatización monumentos tan emblemáticos como el Coliseo Romano.
La imagen del anfiteatro del siglo I pasará a manos de la empresa de tradición zapatera italiana Tod's, después de un concurso oficial que fue declarado desierto.
Según este acuerdo, la empresa de Diego Della Valle, invertirá 25 millones de dólares en la conservación del Coliseo, y a cambio obtendrá el control sobre la imagen del museo, dentro y fuera del país. Y esto no se refiere solo a publicitar entradas y andamios, sino que tiene toda la potestad ante cualquier campaña o película que se ruede en el Coliseo. Es decir, Tod's tendrá en sus manos las decisiones de aquello que tenga que ver con la proyección visual del museo durante los próximos 15 años.
Muchas han sido las voces que se han alzado en contra de esta decisión, como es el caso de la Unión Italiana del Trabajo, con gran presencia en el ámbito cultural italiano; o el periodico La Repubblica que asegura que el riegos no sería tanto ver imágenes de los productos del patrocinador en los telones publicitarios, sino un diseño del monumento en los zapatos de la firma.
Pero este caso no es único. Muchas firmas de moda italiana empiezan a apostar por el patrocinio cultural como es el caso de Prada y Replay con palacios venecianos o Bulgari con el Puente de los Suspiros, puesto que "las firmas de moda tienen mayor sensibilidad por la imagen de marca que otras empresas" asegura Eugenio Bona, presidente de Media Italia.
Esperemos que estas empresas consoliden su imagen de marca elegantemente y no conviertan estos patrimonios históricos en soportes gigantescos.
Autor: Víctor Aguado
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