El patrocinio sea del tipo que sea, deportivo, cultural, del tercer sector, etc., es importante para algunos eventos que requieren la colaboración de las empresas privadas. Un claro ejemplo de esto es la III edición del Festival de Turina de Sevilla, que tenía previsto entre el 4 y el 11 de septiembre del próximo año, ve peligrar su continuidad debido a la incertidumbre económica derivada del patrocinio institucional, después de que la Junta de Andalucía mantenga el silencio sobre si mantendrá su aportación y de que el Ayuntamiento de Sevilla, comprometido a seguir con el patrocinio, tampoco ha concretado la cantidad destinada para el festival.
Según ha explicado la directora artística, Benedicte Palko, la Consejería de Cultura manifestó que no continuaría como patrocinador, pese a que su aportación en 2009 fue de 20.000 euros. Además la directora añadió que se pidió una reunión con el delegado provincial de Cultura de Sevilla, Bernardo Bueno para que expusiera los motivos exactos de esta negativa.
Por otro lado, el Ayuntamiento se ha comprometido a continuar con el patrocinio para la edición del 2011, solo que todavía no ha concretado la cantidad destinada a la causa, según ha señalado Palko, por lo tanto, aunque existan esperanzas, hasta que no se tenga una confirmación de las aportaciones por ambas partes, no habrá próxima edición.
Es una realidad que las actividades de ocio sirven como plataforma de marketing de gran atractivo para localidades, ciudades y países. A pesar de ello, se encuentran casos como el explicado donde un patrocinado tiene que pedir el apoyo de la administración pública. Puede que se dé este caso porque las instituciones no hayan planificado la participación en esta actividad como lo que puede llegar a ser, un activo de valor para la imagen de la región y para su economía.
El hecho de estar esperando a que contribuya, por ejemplo un ayuntamiento, para la salvación de un evento con cierta trayectoria no es la solución, sino su muerte. Pensamos que la clave es presentar el proyecto como una plataforma a través de la cual, empresas privadas e instituciones públicas pueden conseguir unos objetivos de comunicación y marketing.
La cantidad de dinero que se necesita para este evento es muy importante para llevarlo a cabo, y aunque es joven, ya que se trata de su III edición, se necesita metálico para pagar los gastos de los artistas invitados a la cita durante su estancia en Sevilla. Las despiezas son las que normalmente se tienen cuando se viaja. El vuelo, el hotel o la comida son algunas de ellas. La realización de este festival con este presupuesto es posible por la organización no remunerada de su dirección artística y la colaboración de proveedores y voluntarios que ya han garantizado su apoyo para la siguiente edición.
Ante esta situación se está pidiendo ayuda a empresas privadas, públicas y particulares para evitar que esta actividad deje de formar parte de la oferta cultural sevillana y andaluza y que pueda mantenerse viva la cultura por un bajo coste.
En este sentido, Palko lamenta que el consejero de Cultura, Paulino Plata, hable tanto del binomio cultura-turismo, y, sin embargo, "haya tanta incertidumbre cuando el Festival es justamente esto".
Autor: Susana Martín
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